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miércoles, 23 de octubre de 2019

A MISA

En aquel pueblo,como en todos, la religión estaba muy presente.En las Fiestas y celebraciones la misa era antes que la mesa. Todos los días del año repicaban las campanas por la mañana llamando a la misa y por la tarde al rosario. Los domingos y festivos habia doble sesion: La Primera al amanecer y la misa Mayor a eso de las 10 ó las 11.
Al cura, Mosén Jerónimo, le ayudaba el sacristán, el tío Segundo que además era barbero y campesino. Vecino de mi abuela Consuelo, era quien me cortaba el pelo ( alguna vez lo hacía Juanito, el de la plaza) y en su casa oí la primera radio. También le " "ayudaban" los monaguillos a beberse el vino y, en alguna ocasión, a llevarse los donativos de la bandeja que pasaban o del cepillo.
Los muchichos pequeños estábamos en el coro, un palco de privilegio desde donde veíamos a nuestra izquierda las calvas blancas como la leche que hacían corte con las caras rojas y tostadas de soles. A nuestra derecha las mujeres con su velo obligatorio y algunas con su sillete plegable que traían de casa porque el aforo de bancos y reclinatorios laterales estaba completo. El número de mujeres sobrepasaba al de los hombres, algunos de ellos se refugiaban debajo del coro o hacían corros delante de la puerta de la iglesia esperando que terminase la misa para ir al bar a tomar el vermú.

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