En Las Callejas, donde vivía, jugaba con el vecino de abajo a las faenas del campo: segaban, ataban, acarreaban y hacinaban verdín y espiguilla. Con la bicicleta de carreras que su tío Isaías tenía aparcada en su puerta, como no llegaba a los pedales metía una pierna debajo de la barra, dió sus primeras pedaladas. Le gustaba hacer equilibrio caminando por encima de la pared del cerrao de Cueva. Justo la víspera del día del Corpus de su comunión,1960, resbaló y se hizo una cuquera en la frente y tuvo que ir a la iglesia con las galas de la comunión y el "pegatoste" .
La fachada norte de la iglesia hacia y hace. que esa calle no vea el sol en todo el invierno. Cuando nevaba, la nieve y el hielo duraban allí días y días y los muchichos disfrutaban patinando. Cuando el deshielo o en dias de lluvia hacían "paradas" : pequeñas presas con tablas, piedras y tierra que retenían el agua que corría la calle.
La ancha plaza, aún con el suelo de tierra, daba para todo tipo de juegos.Uno con el que más disfrutaba aquel muchicho era " a la bandera" corriendo a pillar y a que no le pillaran. Cuando hacía mal tiempo jugaba dentro del pequeño trinquete, el porche lo llamaban. ( Hoy recuerda con rabia su desaparición. Lo sustituyeron por el Teleclub, de moda entonces, ahora escuela de personas adultas reza en su encalada fachada. No tenía estilo artistico, pero si muchos años, más que el actual Ayuntamiento que data de 1769. El PORCHE fue el primitivo lugar de reunión vecinal )
En la replaceta de la calle de su abuela Consuelo vivía el tio Carlos Izquierdo, chatarrero, que de vez en cuando hacía una gran "auguera" para quemar objetos que llevaban hierro como los atalajes de los viejos carros, sus ruedas, jabegas......Era un espectáculo para aquel muchicho.
La fachada norte de la iglesia hacia y hace. que esa calle no vea el sol en todo el invierno. Cuando nevaba, la nieve y el hielo duraban allí días y días y los muchichos disfrutaban patinando. Cuando el deshielo o en dias de lluvia hacían "paradas" : pequeñas presas con tablas, piedras y tierra que retenían el agua que corría la calle.
La ancha plaza, aún con el suelo de tierra, daba para todo tipo de juegos.Uno con el que más disfrutaba aquel muchicho era " a la bandera" corriendo a pillar y a que no le pillaran. Cuando hacía mal tiempo jugaba dentro del pequeño trinquete, el porche lo llamaban. ( Hoy recuerda con rabia su desaparición. Lo sustituyeron por el Teleclub, de moda entonces, ahora escuela de personas adultas reza en su encalada fachada. No tenía estilo artistico, pero si muchos años, más que el actual Ayuntamiento que data de 1769. El PORCHE fue el primitivo lugar de reunión vecinal )
En la replaceta de la calle de su abuela Consuelo vivía el tio Carlos Izquierdo, chatarrero, que de vez en cuando hacía una gran "auguera" para quemar objetos que llevaban hierro como los atalajes de los viejos carros, sus ruedas, jabegas......Era un espectáculo para aquel muchicho.
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