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jueves, 27 de febrero de 2020
EL QUE HAYA VOLCAO QUE DESENVUELQUE
Contaban que Mariano C. fue a acarrear con su padre. Ya de vuelta, el carro de la mies volcó. Mariano todo tranquilo le dijo a su padre:
– Aureliete, yo me voy al pueblo, el que haya volcao que desenvuelque. Y allí dejo al padre, al carro y la mies por los suelos.
M.C.debio ser un tipo especial". Yo no lo conocí. Debió vivir en la primera mitad del siglo pasado.
De él se contaban muchos chascarrillos. Era muy pobre pero pretendia ser novio de las más ricas del pueblo.
En una fiesta de la víspera de San Juan, cuando los quintos ponían enramadas en las puertas y balcones de las mozas, lo subieron al balcón de su pretendida para que le pusiera una rama de cerezas. Quitaron la escalera por la que había subido y lo dejaron allí.
Vivía con su padre, en la misma casa y contaban que cuando murió su padre, encontraron el cadáver amortajado en la bodega.
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