La que apenas recuerdo era la llamada aún TIENDA NUEVA a pesar de que debía ser la más antigua de todas. Solamente la recuerdo por los pitones de barro relucientes que vendían y que al menor contacto con otras chivas o con el suelo se descascarillaban y se rompían fácilmente.
Aquel muchicho iba muy frecuentemente a otra tienda, al ESTANCO a comprarle a su padre el cuarterón de tabaco picado y el librillo de papel. El estanco estaba en la misma calle que el actual, pero al principio, en la vivienda de los dueños.La puerta de entrada era la misma que la de la vivienda y en el mismo pasillo o zaguán, a la derecha estaba la ventanilla donde despachaban.
Generalmente cuando entrabas y llamabas solían tardar en acudir y había algunos clientes que entretenian la espera haciendo en la pared de debajo de la ventanilla unas hoquedades girando y apretando el enlucido de la pared con las monedas que traían para pagar el tabaco.
La Tienda nueva estaba y está en la calle Larga en una de las casas de mayor prestancia del pueblo.
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