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domingo, 19 de mayo de 2019

VESTIGIOS DE LA GUERRA

Aquel muchicho nació en enero  del 52. A menos de 13 años de terminada la guerra civil , en el año que terminaron las cartillas de racionamiento. Oia muchas veces  " cuando la guerra.......". En el corral de la abuela Elvira un casco de guerra invertido albergaba la pastura que comían las gallinas: mezcla de boñigos y salvado de trigo amasado con agua. En casa de la otra abuela y en la propia un proyectil de artillería desactivado hacía de pequeño yunque. Cuando comía las lentejas en casa de la abuela del Barrio La Virgen siempre lo hacía con "la cuchara de soldao", una cuchara caí sin mango, de las de campaña. Era frecuente ,sobre todo en dias de lluvia, encontrar balas de fusil con su balín y su pólvora intacta que vacíabamos en la acera formando letras y aplicando fuego para grabar nuestras iniciales.
En la fachada principal de la iglesia y a unos metros del suelo estaba colocada la lápida grabada con la veintena de soldados de reemplazo , que murieron por Dios y por España y los 3 civiles victimas un bombardeo de la aviación republicana. Debajo de la lapida, encabezada por José Antonio, había un pequeño promontorio de cemento a modo de escaleras por la que subiamos y jugabamos.
¡ Muchichos bajar diay !, nos gritaban con miedo, no se si porque nos cayeramos o porque estábamos profanando el "sacrosanto monumento "